Extremadura 1-1 Azuaga

Inolvidable domingo en el Estadio Francisco de la Hera de Almendralejo donde, otrora, se disputaron partidos de Primera División y ahora era nuestro equipo el que galopaba por su césped. Punto que sabe a gloria no solo por la dificultad que entraña enfrentarse a uno de los favoritos al título de liga, contando con el abismo económico entre ambos clubes, sino también por el gran desplazamiento de aficionados rojiblancos, probablemente superando los 100, y que es el más numeroso desde que regresamos a la categoría. Gracias a todos los azuagueños que, unos en Preferencia y otros en uno de los Fondos, empujaron al equipo a lograr este resultado. Así nos gustaría ver cada domingo nuestro estadio, como un solo clamor alentando a los nuestros. Y, también, a domicilio. Sinceramente esperamos que esto sirva de aliciente para que cada vez sean más los aficionados que viajen siguiendo al club.


Para nosotros, el partido empezó el viernes, cuando acudimos al segundo (y último) entrenamiento de la semana para dar un plus de motivación a la plantilla de cara a la cita del domingo. Tras esto, compartimos un aperitivo con los jugadores, cuerpo técnico y directiva.


Ya en domingo, y tras unas horas compartiendo previa por Almendralejo con algunos de los aficionados azuagueños desplazados, los 12 miembros de nuestro grupo entramos al Francisco de la Hera y nos situamos en uno de los fondos minutos antes del pitido inicial. De ahí hasta que el colegiado dio por finalizado el encuentro, empuje casi incesante, con la celebración del gol de Neftalí como culmen. Apoteósica, también, fue la segunda mitad, en la que nos unimos a parte de la 'masa' rojiblanca para, todos juntos, hacer que los cánticos de apoyo al Azuaga retumbasen por todo el estadio.