Extremadura 2-1 Azuaga


Sin nada en juego para la inmensa mayoría, pero con todo el honor aún en liza para nosotros. Porque puede que los puestos de ascenso estén adjudicados, y que el descenso hace meses que estuviera eludido. Pero nuestro equipo puede completar la mejor temporada de su historia y ahí estuvimos nosotros. Apoyándolo, defendiéndolo. Porque no somos más que lo que defendemos. 

Y con ese mensaje recibimos al equipo, entre una nube de bengalas y botes de humo. Respondiendo a los que hace no mucho nos instaban a abandonar. Que no eramos nada, nos decían los que el domingo seguían el partido por radio desde la comodidad de sus sofás.

Sobre el césped perdimos, pero en realidad el Azuaga ganó. Volvió a meter el miedo en el cuerpo a un coloso, volvió a adelantarse y a hacer temer por el título. Y, aunque finalmente la gesta no fue tal, para nosotros, los que allí estuvimos, siempre quedará el honor de haber seguido defendiendo a nuestro equipo. Porque eso es lo que somos.