La animación si superó a la del pasado domingo, y eso que estaba difícil, no solo por lo alto que quedó el listón, sino por el hecho de que prácticamente el 50% del grupo venía empalmando el partido con la noche del sábado. El partido no pasará a la historia por ser muy vistoso, pues en ambos equipos primaba más el no encajar goles, y las ocasiones de gol llegaban contadas. Polémico gol anulado a los nuestros que nos hubiera dejado muy de cara la eliminatoria, y polémicas (aunque correctas) dos expulsiones a Bermudez y Arlindo, que nos dejaron con 10 más de 25 minutos y con 9 unos 15 minutos.
La primera expulsión conllevaba además un penalty en contra. La desolación de la grada contrastaba con nuestra zona, en la que no se paró el cántico que llevábamos en ese momento, hasta que unos 5 minutos después, tras protestas y expulsión, el jugador visitante lo enviaba a fuera, desatando el júbilo en los nuestros. Cuanto mayor era la inferioridad numérica de los nuestros, más apretábamos en la grada, y más ocasiones de gol teníamos, siendo un auténtico milagro el que no anotáramos un gol en los últimos minutos.
Al final, empate a cero que deja la eliminatoria totalmente abierta para el partido de vuelta. La oportunidad para un masivo desplazamiento es único, por lo que animamos a toda la afición rojiblanca a movilizarse a Valdivia el domingo, a través de los autobuses que se fletarán para la ocasión.
Tras el partido se entregaron los premios a los mejores de la temporada. Ovación a todos y cada uno de los jugadores de la plantilla, con especial dedicatoria a los más comprometidos con nuestro grupo fuera del campo. ¡Forza Azuaga!